Zaratustra se marchó a la montaña; esperando gozar de su soledad se encontró con Caín, Prometeo y Sísifo; obviamente,no salió nada "bueno" para los "buenos": Bajó de la montaña
el Zaratustra anarquista y rebelde.

domingo, 24 de julio de 2011

Gobierno, autoridad, dios e irresponsabilidad

No hay nada que lamentar respecto a los gobiernos, al contrario, ha de constituirse en una gran oportunidad para desechar lo inútil; ni siquiera la pobreza, la miseria y el hambre merecen nuestros lamentos y nuestras tristezas, sólo nuestra lucha y nuestro esfuerzo para erradicarlas son dignas de ellas. La autoridad se basa esencialmente en la investidura de privilegios y no hace otra cosa más que representarse a sí misma en defensa del poder que se le ha conferido; su único propósito y compromiso es consigo misma, con su continuidad, con su preservación y su sentido de autoconservación, si cumple con todo esto habrán cumplido con el propósito para el cual existen. Si de algún modo tiene esto que ver con dios, es porque simplemente representa la máxima expresión de símbolo imaginario de la autoridad, por consiguiente su palabra es compatible con el propósito de la autoridad y no tiene nada que ver con nosotros. Autoridad y dios mutuamente se deben el uno al otro; si abolimos la autoridad para que de esta manera surja la solidaridad, el apoyo mutuo, la cooperación y la fraternidad, habrá que abolir primero su máxima expresión simbólica: dios.
           
Es irresponsable pensar que nuestros problemas son consecuencia de espíritus malignos -todo sea para negar que los individuos son poseedores de voluntad propia- cuya solución está basada en una batalla espitual, cuando de lo que se trata es de una mera lucha de intereses particulares, cuya solución se encuentra en nuestras manos: la abolición de toda forma de manifestación del principio de autoridad.

sábado, 23 de julio de 2011

Respuesta anarquista a un cristiano y YO

Nosotros no somos los que vivimos de los gobiernos, son los gobiernos los que viven de nosotros precisamente porque lo hemos permitido y aceptado, negando la oportunidad de vivir un mundo mejor y anulando cualquier posibilidad de liberación, porque sencillamente preferimos llevar las cadenas de la pasividad, la tranquilidad, la obediencia, la seguridad, que nos han colocado en beneficio de sus intereses. Si los pueblos eligen a unos o a otros, es porque ese es el camino que por conveniencia de unos pocos se les ha mostrado, sin percatarse que se hacen cada vez más inútiles, toda vez que delegan en otros sus problemas fundamentales cuya solución no son de interés real para nadie, y que lamentablemente nunca hemos entendido que la solución siempre ha estado en nuestras manos. Creo en un mundo sin la pasividad de irresponsables, que atribuyen todos los problemas a la falta de cristo, y basan la justicia en el miedo, el temor y la cobardía a lo imaginario, que además, si tan sólo fueran un poco sensatos, admitirían que su única preocupación es la personal. 

La ley de dios es ley del "cielo", él no sabe nada acerca de este mundo; dejemos que dios gobierne su rebaño allá arriba y nosotros lucharemos por librarnos de los ídolos que erigen los rebaños de acá abajo. Desconoce el propósito de su señor, pero si por alguna razón cree que tiene control es porque precisamente la noción de control se encuentra en la mente de los déspotas y autoritarios. Insisto, que la ignorancia es uno de los principales flagelos contra los que hay que luchar, a través de una educación libre, sin dogmas, y no dirigida por interés alguno, ajeno al mismo conocimiento: diverso, heterogéneo y plural. Los únicos terroristas son los estados, quienes financian y sostienen el mercado de armas, pues de este modo intimidan y amedrentan el pensamiento libre; pero esto no es suficiente para alcanzar la dominación, cuando la intimidación se hace inefectiva serán ellos mismos quienes generen la violencia, para así justificar su existencia y mantener su hegemonía sobre la servidumbre.

El día que nos alejemos de los mitos, estaremos más cerca a la solución de los problemas del hombre, el resto de las especies y la naturaleza en general; comprenderemos la naturaleza de la dominación de unos sobre otros y habremos comprendido los valores de la igualdad, la libertad y la justicia. Preocúpate por conocerte a ti mismo y no esperes que sea otro, que apenas puedes suponer e imaginar que existe, te conozca; triste es de aquél que al no conocerse a sí mismo, asumiendo que es otro quien lo conoce, niegue su orgullo y lo oculta irresponsablemente en el orgullo ajeno de un imaginario. Precisamente por ser dios dueño de la tierra, todo cuanto se haga o deje de hacer en ella se hace en nombre de dios; será dios el primer ídolo a derribar. En ningún momento he dicho que el anarquismo sea todo o la solución, despreocúpese, pues el "orgullo" oculto, inconsciente y subconsciente del cristianismo como solución, prevalecerá en un mundo en el que reina la tiranía de la mayoría y en el que por cada 500 cristianos hay un anarquista. Una sociedad desigual, servil e injusta no cambia basándose en el control ni el autoritarismo, un temor que comienza a engendrarse en la familia patriarcal heredada por las tribus hebreas.

viernes, 22 de julio de 2011

Respuesta a un cristiano

La anarquía aspira un mundo sin gobiernos, pues son opresores en sí mismos; la anarquía anhela un mundo sin dogmas, incluido el cristianismo, en el que cada individuo esté libre de arbitrarias herencias y prejuicios. Evito en lo posible tratar el tema acerca de la existencia de dios, por considerarlo un tema inútil que nos aleja de los problemas reales y tangibles de este mundo, que supongo son problemas que tenemos en común a pesar de nuestras diferencias acerca del cielo: la pobreza, la miseria, el hambre, el consumismo, la explotación del hombre por el hombre, la explotación de la naturaleza por el hombre, entre otros tantos.

Respetaré a su dios por tratarse de su creencia religiosa, pero por favor no me diga tamaña deformación y manipulación de que el estado fue creado por dios, cuando su cristo vivía en completo desprendimiento, apartado del estado romano. Ahora comprendo porque cristo, habiendo dicho: "A dios lo que es de dios, y al césar lo que es del césar", la mayor veneración de los cristianos ha sido al capital y la veneración a cuanto césar ha pasado por este mundo. El gobierno lo quieren otros, y con frecuencia, aunque diga lo contrario, son cristianos, y sólo los burgueses mercantilistas miden y cuantifican en éxitos, y con frecuencia, aunque diga lo contrario, también son cristianos. Lograr una solución a los problemas que antes le mencioné no es cuestión de césares ni de éxitos mercantiles o burgueses, es cuestión de deberes y principios. Ahora comprendo porque los cristianos desean y aspiran tanto el gobierno, porque son tan arbitrarios que aseguran tener a cristo en sus corazones.

Mientras vivamos un mundo lleno de miseria, hambre y pobreza no podré decir que "jehová es la tierra y su plenitud", y cuando ese mundo llegue tampoco lo haré, porque sencillamente lo habremos alcanzado todos los seres humanos en unión de esfuerzos. Cuando hablo de "El Leviatán" hago referencia a la obra de Thomas Hobbes, en el que justifica la existencia del autoritarismo estatal, razón por la cual siempre manifiesto que uno de los grandes esfuerzos por esta humanidad ha de ser una auténtica educación, libre de intereses particulares que nos conducen hacia donde unos pocos desean.
           
Especie significa cada uno de los grupos en que se dividen los géneros, obviamente si el género es cristianismo, la especie es evangélica. Si cree que lo digo en forma despectiva, soy ecologista y no un ser humano que se considera arbitrariamente por encima del resto de las especies animales. No soy creación de dios y si lo fuera no me considero su hijo. No pondré en tela de juicio su gran fe, pero lo que si le puedo decir es que no espero misericordia de nadie y si quiere condenarme por ello, pues que lo haga; sólo quien cree en dios y su cielo, cree en el diablo y su infierno.

Me parece una irresponsabilidad de extralimitadas proporciones, incurrir en poder y corrupción, y luego esperar misericordia y perdón de su dios, y los perjudicados por las consecuencias de los actos cristianos aceptarlos con sumisión sólo porque el paraíso es de ellos en este mundo, el otro y todos los que vengan.

martes, 12 de julio de 2011

A quién podría importarle, a quién podría afectarle (El ego de un maldito anarquista)

A quién habría de importarle quién soy o qué soy, si lo que soy en este mundo cuantificado no atenta contra nadie más que contra mi mismo. A quién podría afectarle que piense o no piense si después de todo siempre seguiré siendo un ignorante. Sólo poseo mi pensamiento afortunadamente no masificado y los títulos conferidos por otros, formales o informales, no dicen nada acerca de mí.
A quién podría importarle, a quién podría afectarle, si ni siquiera rivista soy. Sólo soy un anarquista y un anarquista no tiene ídolos.
No hay duda acerca de mi ego. Pero, a quién podría importarle y a quién podría afectarle, si todos en mayor o menor grado -si es que acaso el ego pueda tener escala gradual- tenemos ego; sin embargo, desafortunadamente algunos muy dados a la moral de rebaño, deciden y prefieren confinar su ego en otros. Considero posible una diferenciación de la naturaleza del ego, como explicación a las discrepancias teórico-prácticas del anarquista con respecto a liberales, socialistas, comunistas y cristianos. En lo particular, no sigo a nadie más que a mi mismo y si estoy en contra de mí es para evitar que el rebaño y los susceptibles a seguir, me sigan.
A quién podría importarle, si sólo soy un maldito que manifiesta su miserable vida pretendiendo destruir el mundo de los "buenos" con su fútil acción. A quién podría afectarle, si otros son los benditos y yo no; que el mundo es bendito por otros y no por mi; que dios está con ellos y no conmigo, porque sencillamente YO no estoy con el; que el paraíso le pertenece a sus seguidores, en este mundo y en el otro, a pesar de la falsa paz, falsa bondad, y su alucinógena, hipnótica e irresponsable felicidad.
“Ningún concepto me expresa, nada de lo que se considera mi esencia se agota. Yo soy el propietario de mi poder y lo soy cuando me sé único. Todo ser superior a mi se debilita ante el sentimiento de mi unicidad y palidece al sol de esa conciencia”, Max Stirner.