Zaratustra se marchó a la montaña; esperando gozar de su soledad se encontró con Caín, Prometeo y Sísifo; obviamente,no salió nada "bueno" para los "buenos": Bajó de la montaña
el Zaratustra anarquista y rebelde.

sábado, 12 de julio de 2014

Fetiche y uso de las TICs como plataformas tecnológicas para la educación y el desarrollo de las Ciencias Sociales


            Cuando un objeto, hecho o fenómeno, es reconocido de manera axiomática por la masa aglutinada, que por carecer de voluntad propia siempre está destinada a ser dirigida, tengo la tendencia a ser minuciosamente más crítico de lo normal, pues ocurre con frecuencia que tras de ese objeto, hecho o fenómeno, que se recibe y acepta como incuestionable e indiscutible, se encuentra una razón de simplicidad, superficialidad y de cierta ingenuidad, y en este caso me estoy refiriendo al uso de las TICs y de las plataformas tecnológicas en la educación y muy específicamente en las Ciencias Sociales.
            Por si fuera poco, las TICs y plataformas tecnológicas tienen la propensión sesgada de mitificarse y erigirse como fetiche, sin las cuales, la educación y la enseñanza de las Ciencias Sociales ya no sería posible, que en esencia es el efecto ídolo, algo sin lo cual la vida no es posible. Se magnifica el auge de las tecnologías y su incidencia en el flujo de información y la comunicación en la sociedad actual y los procesos sociales.
El concepto de “redes sociales” ha sido disociado de lo tangible y local, para ser vinculado con la tecnología de internet y la virtualidad, menospreciando su significado originario y real. Afirmamos estar más y mejor comunicados, atribuyéndolo al incremento del flujo de información y a la disposición inmediata de dicha información, sin advertir la cantidad de información desperdicio que esto conlleva, y por consiguiente, la necesidad del desarrollo de un juicio crítico que permita discernir entre la información basura y la información de real y verdadero provecho. Si no advertimos esta realidad y esta necesidad, el auge de mayor y más rápida información podría devenir en la desinformación como un indicador de idiotización de la sociedad, y la única conclusión posible es la relación directamente proporcional entre información e idiotez, es decir, a mayor información más idiotizada es la sociedad.
Esta tradicional y magnificada postura de las TICs se agrava cuando aquellos que reconocen como evidente su importancia y beneficios, están distanciados de la esencia de la ciencia y su trascendencia epistemológica; ni hablar, cuando dirigimos nuestra mirada hacia los resultados de la masificación y popularización del conocimiento a través de universidades, por supuesto, asumiendo que estas sean auténticos lugares de, por y para la búsqueda de conocimiento, puesto que en la negación de este supuesto que asumo, sería otra cosa lo que se estaría popularizando y masificando, y no es precisamente la ciencia y el conocimiento.
            Si hemos superado la noción predominante de que la educación es un mero acto de reproducir, consumir, repetir, transmitir y recibir conocimientos, y hemos adquirido conciencia de ciencia de todo conocimiento como objeto de apropiación, solo entonces podremos aprovechar de la mejor manera posible las técnicas y tecnologías que resultan de la ciencia y el conocimiento.
            Este aprovechamiento de los recursos técnicos y tecnológicos en la didáctica, enseñanza, pedagogía y educación de las Ciencias Sociales, radica en la construcción de páginas interactivas con enlaces que integren los diferentes recursos de multimedia; uso del correo electrónico; la disposición de recursos ilimitados en cuanto a base de datos, enlaces a bibliotecas, mapas interactivos, programas de aplicación; la integración de redes sociales virtuales especializadas en diferentes temas de interés.
            Específicamente la Historia del mundo actual, la historia inmediata, historia del presente o historia del tiempo presente, como disciplina historiográfica en permanente construcción, son beneficiadas con el uso de las herramientas y recursos que ofrecen las TICs y plataformas tecnológicas.

            

jueves, 10 de julio de 2014

La creación de libertad a través del proceso de razonamiento reflexivo sobre el verdadero conocimiento de sí mismo

 En este escrito describo un modo de como se enlazan las ideas de reflexión, razón, verdad, conocimiento y libertad, partiendo de la experiencia “del cuidado de sí mismo” y el “conócete a ti mismo” como prácticas y principios de moral.
El principio del “cuidado de sí mismo” como parte del desarrollo de la hermenéutica del yo, se ubica en los contextos históricos de la filosofía grecorromana de la antigüedad y la espiritualidad del cristianismo primitivo, y ha estado vinculado con la máxima del “conócete a ti mismo”. La articulación de los conceptos de reflexión, razón, verdad, conocimiento y libertad, con la experiencia del “cuidado de sí mismo”, en principio se manifiesta a través de la búsqueda del conocimiento acerca de sí mismo, un conocimiento acerca de sí mismo que resulta de la cotidianidad, de la vivencia del día a día, que contribuye no sólo a la protección de sí mismo, sino también de cada uno de los miembros de un colectivo en apoyo mutuo. Un conocimiento de sí mismo que implica el conocimiento del alma, no como sustancia o teología del alma, tal como lo aclara Focault en su texto “Tecnologías del yo”, sino en cuanto a una actividad orientada al cuidado de sí mismo.
Esa búsqueda incesante por el “conocimiento de sí mismo” en procura del “cuidado de sí mismo”, es acompañada por otra búsqueda, la búsqueda de la verdad, es decir, que de por sí, ese conocimiento de sí mismo no es suficiente, sino que ha de ser un conocimiento verdadero. Para lograr ese conocimiento verdadero de sí mismo, se propone escuchar la “verdad” de otra perspectiva y escuchar la verdad de su propio yo, de tal manera de encontrar la verdad acerca de sí mismo.
Este proceso de dialogar, escuchar y mirar hacia el propio yo, por un lado supone una reflexión, en este caso, una reflexión acerca del conocimiento verdadero del alma de sí mismo. Una reflexión que concilie, a través de ese diálogo, la oración de otros u oración colectiva y la oración individual de sí mismo, que permitan descubrir la verdad en el alma y las reglas que sirvan de base para la conducta y la acción política, como forma de relacionar el cuidado de sí mismo con el cuidado de los demás.

Por otro lado, supone la razón, en tanto que aplica el arte de escuchar (aprender a escuchar) como elemento fundamental para determinar lo que es verdadero y lo que es falso, es decir, un proceso de razonamiento reflexivo acerca de del conocimiento verdadero de sí mismo, todo este proceso con miras a un único objeto, el fin finalmente último: la creación de la libertad.