Zaratustra se marchó a la montaña; esperando gozar de su soledad se encontró con Caín, Prometeo y Sísifo; obviamente,no salió nada "bueno" para los "buenos": Bajó de la montaña
el Zaratustra anarquista y rebelde.

viernes, 17 de abril de 2015

Incentivar la autodidáctica


            Cuando se trata de educación, a pesar de las discrepancias entre concepciones, corrientes o enfoques, y entre autores que aún perteneciendo a la misma corriente educativa establecen diferencias entre sí, todos confluyen en la aspiración de una educación por y para el libre pensamiento, el pensamiento crítico y la libertad.
            Pero, cuántas veces en la educación como en otros ámbitos de la sociedad, se ha levantado la bandera de la libertad para luego erigir, instaurar, implantar o imponer un nuevo dogma de dominación. He allí, que cuando hablamos de educación, evidenciamos una razón histórica que la vincula con el empleo de todos los medios necesarios para asegurar la formación, el moldeado, el modelamiento y la automatización, todos estos rasgos siempre presentes en cualquiera de las modalidades educativas tradicionales como la privada, la religiosa y muy particularmente aquella que procede del Estado, puesto que ha sido y continúa siendo la más extendida.  
            Entonces, en qué consiste el propósito y la tarea de la educación. Según Tiana, “la tarea de la educación no consiste, pues, en adoptar a los educandos a un molde establecido de antemano, sino en posibilitar la construcción de su propia vida”. Al contrastar esta idea con la práctica educativa tradicional (estatal, privada o religiosa) percibimos que todas ellas están basadas en diseño curricular (molde establecido de antemano), programas de estudio y contenidos programáticos; percibimos que existirían tantos diseños curriculares como docentes, y que de todos esos posibles diseños curriculares en mente de cada uno de los docentes, terminan imponiéndose los eruditos representantes de un paradigma dogmático, si es que el paradigma no fuera dogmático en sí mismo.
            Por otro lado, Noam Chomsky expresa: “el propósito de la educación es mostrar a la gente como aprenden por sí mismos. El otro concepto de la educación es adoctrinamiento”. Aquí apreciamos dos conceptos de educación y puesto que el aprendizaje por sí mismo se pierde de vista ante los caminos impuestos en el sistema educativo tradicional, resulta obvio que lo que hemos escuchado, vivenciado, experimentado y palpado cuando decimos educación,  no es otra cosa que adoctrinamiento.
            La educación es parte del quehacer, ocupación, preocupación e inquietud de aquéllos quienes están interesados profundamente en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Si es posible concebir la educación de una manera distinta a la tradicional y autoritaria, entonces también es posible concebir de otro modo al docente.
En tal sentido, el ser docente consistirá en posibilitar la construcción de su propia vida, la de sus discentes y el entorno que les rodea, mostrando la posibilidad de aprender por sí mismos, incentivando la autodidáctica, provocando y favoreciendo la autonomía del pensamiento. El docente es un ser inspirador de conocimiento, creatividad y libertad; consciente de que la vida es una continua enseñanza y un continuo aprendizaje en la que todos interactuamos y participamos, reconoce la dualidad del rol (docencia-discencia) en su aproximación al conocimiento por y para la vida, la libertad y el apoyo mutuo.